Cada cinco minutos desaparece del planeta un animal, y el gran responsable es el ser humano, algo que se debe corregir poniendo todos de nuestra parte.
El ser humano es la principal amenaza para la desaparición de los animales y no sólo por su acción directa. Las sustancias químicas utilizadas en los cultivos han pasado a las cadenas alimenticias.
La mejor arma para luchar contra la extinción es la educación. Para que los pequeños tomen conciencia sobre el problema, en las aulas debería existir una gran dosis de educación ecologista dando una mayor importancia al respeto por los animales y las plantas.
Cuando hablamos de extinción tendemos a pensar en mamíferos como el oso pardo o el lince o aves como el buitre leonado… Pero la amenaza es amplia también sobre otras especies.
